EL PRENDIMIENTO
Seis horas después de la salida; muchas más tarde si tomamos en cuenta los preparativos, los podemos reconocer por los rostros fatigados, el caminar cansino o su descuidado descanso sentados en el borde de la acera.
Es la madrugada del Jueves Santo. Hoy saldrán a la calle el Encuentro, el Silencio que nos estremece, precisamente con su silencio y las Angustias, una de las más esperadas para ver su Paso del Cristo de la Buena Muerte acompañado por la Banda de Guerra del Tercio Duque de Alba II de la Legión de Ceuta; mañana, viernes, Viernes Santo para los católicos, el Cristo de la Escucha, la Soledad y el Santo Entierro.
Almería escenifica con pasión, la Pasión de Cristo.
Las Hermandades y Cofradías salen a las calles en reverente sacrificio. Dieciocho Hermandades y otras tantas no agrupadas saldrán a la calle y recorrerán los barrios entre la expectación de la gente.
Fe y curiosidad; convencimiento e incredulidad; ¿quién fue el que hoy reúne muchedumbres como lo hizo hace dos mil años?
El Domingo de Ramos, la Borriquita fue un común en Andalucía. Hay nombres que se repiten, otros que identifican sin equívocos a un lugar.
Santa Cena, Estrella, los Ángeles, la Caridad, Gran Poder, Macarena, Pasión, El Amor, Coronación, Perdón...., cada primavera en el hemisferio norte, la ciudad que supo llamarse Urci, Porto Magnus, Bayanna, Almirilla, que cobija 130 nacionalidades y es una telaraña de razas, etnias e idiomas, se viste con túnicas nazarenas, se calza sus capirotes y enciende sus cirios.
Cada marzo o abril Almería olvida su pasado cartaginés, fenicio, romano o árabe y saca a la calle las imágenes de la Virgen doliente, de rostro bellísimo bañado en lágrimas y la lleva en andas siguiendo a su hijo condenado el jueves, muerto el viernes y resucitado el domingo.
La gente apura el paso para ver una y luego otra procesión. Aplaude el esfuerzo que supone a los costaleros las mecidas de las imágenes, ese peculiar movimiento conque impulsan con renovado brío los pesados tronos.
Se arremolinan para acompañar los Pasos procesionales y alientan en silencio a los penitentes, que con cirios en las manos o cargando cruces simbólicas avanzan calle tras calle.
El perfume de las flores y del incienso se levanta como una tela que cubre el recorrido de los nazarenos; no tienen edades, los hay muy pequeños y los hay ya entrados en años; pocos llevan el rostro descubierto pero muchos llevan descubiertos los pies.
¿Promesa?, ¿sacrificio?, ¿desafío?, ¿o tiene todo ello una explicación más compleja?
Tan compleja como sencillamente difícil es la explicación del significado del vocablo Fe.
ACOMPAÑANDO A LA HERMANDAD
DEL ‘PRENDIMIENTO’
La Cofradía de la Hermandad del Prendimiento fue fundada en 1948. Se la reconoce por sus túnicas del color del marfil con escapularios y capirotes azules. Lleva tres Pasos, el primero es una representación del Prendimiento de Jesús; el segundo, Jesús cautivo de Medinacelli y el tercero Nuestra Señora de la Merced, magníficas obras de Antonio Joaquín Dubé de Luque de los años 1990, 1997 y 1996 respectivamente.
Mirando pasar el Prendimiento no pude menos que reconocer mi incapacidad de mostrar, con simples palabras, la emoción de presenciar una procesión de Semana Santa.
Emoción o también agitación, turbación, curiosidad, interés, o simplemente insensibilidad. No importa qué, pero su paso dejará alguna huella.
Podemos acompañarla, sin importar el lugar físico donde nos encontremos, a través de unas sencillas, nada profesionales fotografías, que son los ojos con los que este miércoles la vi pasear por las calles viejas de Almería.
El documento con fotografías y comentarios de los distintos Pasos puede verse en
http://www.uruguayinforme.com/news/14042006/14042006_gravera.htm
Graciela Vera
Almería, en el sur del norte, Semana Santa del 2006.
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alex -