TORERO
Las zapatillas de baile trazan los pasos de una coreografía de incierto final.
Traje de luces, capote y montera, se viste el alma de magia y el cuerpo de arco iris.
Anagrama de fiesta brava, cuando el bruto embiste los pitones se enamoran de la muerte.
El desplante arranca la ovación, en las gradas vuelan mil palomas y en el ruedo la vida deja de tener dueño.
Mantillas y peinetas, rojos, al pelo los claveles, en la arena el ocre, color de la sangre.
El aplauso se hace pasodoble y el brindis entrega.
Torero, estás solo con tu destino.
Graciela Vera
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